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Opinión. Libros de texto: liturgia populista

por Agencia Zona Roja

Néstor Y. Sánchez Islas

Vivimos una penosa realidad. Si los jóvenes no perciben beneficios de estudiar, ¿Para que quieren estudiar? Si a eso sumamos la pretensión de adoctrinamiento que intenta el gobierno a través de los nuevos Libros de Texto Gratuitos, LTG, obtendremos una mezcla destructiva. A una población indiferente le dará el gobierno, y el sindicato magisterial, las herramientas para auto destruirse. La polarización social y el énfasis en la lucha de clases son un caldo de cultivo para la eterna inestabilidad y confrontaciones violentas.

Este ciclo escolar que está por iniciar se hará con LTG que nadie conoce. El gobierno federal los ha trabajado en la más completa opacidad, lo que es contrario a la ley que señala la participación de diferentes instituciones y comités en la elaboración de estos. De acuerdo con expertos en educación, los libros no atienden materias en específico, el contenido de matemáticas está totalmente diluido a pesar de la importancia del desarrollo de este tipo de pensamiento lógico que es indispensable para la vida diaria. En las pocas filtraciones que hay sobre sus contenidos expertos en pedagogía han encontrado errores importantes, como eliminar la sistematización del aprendizaje. El presidente desestima las observaciones; todas son producto de las revanchas de los conservadores.

La opacidad y el sectarismo en el diseño de estos contenidos denotan el autoritarismo con que se maneja esta administración federal. Va contra toda lógica democrática excluir del estudio y análisis de los contenidos a quienes no piensan ideológicamente como el presidente o, peor, como Marx Arriaga, el autoproclamado marxista titular de Materiales Educativos de la SEP.

Este experimento con la mal llamada “nueva escuela mexicana” aumentará el déficit educativo no solo en Oaxaca, que está sumida en un profundo pozo de ignorancia y fanatismo sindical, sino en todo el país. Un dato revela el tamaño del daño: de un libro de 258 páginas, apenas once están dedicadas al pensamiento matemático. En voz de prestigiados matemáticos como Raúl Rojas, Carlos Bosch y Javier Bracho, se sabe que no solo es muy poco, sino que contiene errores. Y un error en el aprendizaje de la lógica matemática afecta de por vida al estudiante. Y no se trata de que el estudiante se convierta en un Doctor en la especialidad, sino que su mundo se verá alterado al grado de ir contra el propio sentido común, contra la lógica simple, conducta muy común entre los jóvenes que, como ejemplo de su falta de razón, hacen toda clase de retos virales suicidas.

De acuerdo con la “nueva escuela mexicana” la educación que impartirá el Estado se basará en la “pedagogía crítica”. Esta pedagogía deriva de la escuela de Frankfurt y del pedagogo brasileño Paulo Freire como principal exponente. De acuerdo con él, “bajo la línea del pensamiento postmarxista, el capitalismo funciona como dispositivo de dominación de los opresores contra los oprimidos”. Con esta filosofía lo que se hará en las escuelas será convertir la educación en un evento político de adoctrinamiento en nombre de una opresión centenaria de los pueblos del sur, que intentará, además, colocar a los saberes “ancestrales” al mismo nivel del conocimiento científico producido en el mundo occidental.

Para agravar este intento de distorsionar la mente de los niños, de acuerdo con información publicada en la página en español de la BBC en 2018, “en diversos estudios realizados en Dinamarca, Reino Unido, Francia, Holanda o Finlandia, se encontró que en los últimos años los puntajes del coeficiente de inteligencia (IQ por sus siglas en inglés) en las poblaciones analizadas habían disminuido considerablemente en comparación con generaciones anteriores”.

Este declive en el coeficiente intelectual se aprecia desde 1975, que contrasta en el enorme aumento que vivió el intelecto humano en los primeros 75 años del siglo XX. De acuerdo con la misma publicación, algunos factores determinante serían el clima más que la genética, cambios en los sistemas educativos, la mala nutrición y el escaso tiempo que se dedica a la lectura de calidad.

El mismo estudio señala que, dada la sociedad actual, lo que se debe hacer es mejorar los sistemas educativos y adecuarlos a la nueva era tecnológica que vivimos. Lo que la educación en México necesita es mirar hacia adelante, hacia el futuro tecnológico en que ya nos encontramos y dejar de mirar el pasado nostálgico de lo que denominan saberes ancestrales, pero que en mucho casos no son más que viejas tradiciones y costumbres que son cultura, pero no sustitutos de las ciencias naturales. Pretender tratar un cáncer con herbolaria es un suicidio.

Este gobierno construye su base social deformando los hechos de forma artera. A los jóvenes les niegan el acceso a las ciencias y a la comprensión racional del mundo, pero les llenan la cabeza de las “grandezas” de la revolución cubana.

nestoryuri@yahoo.com

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