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Morena: una democracia de cochinero y a conveniencia

por Agencia Zona Roja

Ismael García M./Zona Roja.

Oaxaca de Juárez, Oax., 1 de agosto de 2022.- Golpes, insultos a la prensa, compra de votos, acarreo de gente, manipulación para lograr un espacio, quema de urnas y más: así fue la elección morenista en el país.

¿Pero qué se puede esperar de los que dicen que “no somos iguales”? Si su génesis está en lo más rancio del PRD y del PRI.

Eso exactamente sucedió los días sábado y domingo, los últimos de julio, en que se realizaron “votaciones” para elegir a unos tres mil congresistas, quienes decidirán el futuro del partido y los nombres de los próximos candidatos a cargos de representación popular en México.

Estado de México, Puebla, San Luis Potosí, Aguascalientes, Ciudad de México, Veracruz, Chiapas, Oaxaca, son algunos de los muchos estados en que prevaleció la “mapachería” de morenistas por toda clase de actores políticos, lo mismo senadores que gobernadores, diputados y presidentes municipales, ávidos de seguir en el poder.

Sí, lo único que quedó claro este fin de semana es que México vive una transformación de quinta, y no una Cuarta Transformación, como lo pregona el Presidente Andrés Manuel López Obrador, fundador de Morena.

LA IMPORTANCIA

En los dos últimos días de julio, el Partido Morena inició el proceso con miras al Congreso Nacional y en vísperas, el Presidente López Obrador -al que le gusta entrometerse en asuntos políticos y partidistas, pese a los exhortos del INE- llamó, exhortó, ordenó, a elegir libremente y a no ser “borregos”.

El pasado jueves fue todavía más allá: dijo que no habría “dedazos” y que quien hiciera trampa para ganar a toda cosa, no es de izquierda, sino “conservador, oportunista, arribista, convenenciero, corrupto”. Pero nadie le hizo caso.

La importancia del proceso del fin de semana -y por eso toda clase de marrullerías- es que se elegirían tres mil congresistas, 10 por cada uno de los 300 distritos electorales, de los cuales la mitad serán mujeres.

Para ello, cada comité ejecutivo estatal organizó sus centros de votación y los militantes debían acudir con su credencial de elector, así como rellenar una hoja para afiliarse a Morena o ratificar su afiliación.

El tercer Congreso Nacional de Morena será los días 17 y 18 de septiembre en la Ciudad de México y quienes resulten o resultaron ganadores, prácticamente garantía de un cargo de representación popular, además de tener el derecho y la responsabilidad de decidir, al menos en teoría, los nombres de candidatos.

Morena informó que la votación sería abierta a todo público, pero el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) le enmendó esa decisión para que sólo participen los militantes vigentes o aquellos que quieran sumarse a las filas del partido.

EL DESASTRE

Horas antes de este ejercicio, que se realizó con toda la antidemocracia posible, el senador Ricardo Monreal, menospreciado ya por el poder presidencial como candidato a la primera magistratura del país, se excusó de participar como aspirante a consejero.

“Hay vicios de origen en el proceso dado que se ha acudido a la exclusión de fundadores, de militantes y simpatizantes, sin que haya de por medio un proceso de expulsión o suspensión de derechos, sino simplemente por el criterio arbitrario de las dirigencias”, acusó.

Y así fue. La prensa ha dado larga cuenta de los múltiples actos violentos en prácticamente en todo el territorio nacional, así como las múltiples marrullerías, superando las que tanto criticaban del PRI.

¿Y Oaxaca? Largo, muy largo sería detallar las múltiples irregularidades registradas en los distritos electorales.

Pero viene desde la cabeza: el gobernador electo Salomón Jara Cruz, encargó a sus hermanos Noé y Amador, así como a su hijo, Shabín Moisés Jara Bolaños -que al final resultó como suplente en un distrito- la organización de las elecciones.

Por eso el desastre, por las ambiciones para poner a la familia, a los parientes, a los políticos marrulleros. 

¿Qué presidente municipal morenista no inyectó recursos para favorecer a determinado candidato o candidata? ¿Por órdenes de quién? Todo tiene una cabeza.

En la capital, por ejemplo, se señaló por diversos medios al edil Francisco Martínez Neri y la diputada Lizett Arroyo de obligar y hostigar a los trabajadores del ayuntamiento para que voten por ellos para ser consejeros del Partido Morena.

En la capital también, energúmenos e ignorantes sujetos que impidieron a la prensa realizar su trabajo -entre ellos a nuestro compañero Jorge Arturo Pérez, de “La Jornada”-, y donde además hubo golpes y amenazas hasta en contra de morenistas que se atrevieron a grabar escenas de la jornada de votación.

Otro caso: en Matías Romero, donde hubo quema de boletas y robo de urnas; de ello culparon a la presidenta municipal Obdulia García, para favorecer a su hija Alejandra Ventura, y a Óliver López, presidente de Santa María Petapa; inicialmente la votación sería en Petapa pero de última hora la cambiaron a Matías.

¿Y qué decir en la Costa con Saymi Pineda, la edil pochutleca? Tanto acarreo y compra de votos que hasta resultó favorecida.

Un auténtico cochinero. En Pinotepa Nacional, literalmente copado por el crimen organizado, el edil Antonio Márbel Jiménez dispuso de la compra y coacción de votos para favorecer a sus allegados.

También se difundió en redes sociales un audio en que la ex diputada local, Griselda Sosa, invitaba a que votaran por ella y por Raymundo Altamirano. Ella, según lo revelado, se encargó de la movilización de la gente y el pago el desayuno.

El presidente municipal de Santa Maria Huatulco, José Hernández, movilizó a cientos de personas para que votaran por él.

En la Cuenca, la diputada local y presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso, Laura Estrada Mauro, publicó en redes sociales el respaldo a su sobrina Irma Morales Mauro y a su alfil, regidor de Tuxtepec Elías Olivera González. 

Larga, muy larga la lista de acarreos, como múltiples los condicionamientos a personas adultas mayores de quitarles los programas sociales; larga la fila de autobuses para llevar a la gente, aunque no supiera a qué.

NO CAMBIA NADA

Pero, soberbios como siempre, jamás reconocerán sus errores. Por el contrario, el aún presidente nacional del partido, Mario Delgado, dijo que fueron “infiltrados”. 

¿Y el dirigente estatal de Morena, Benjamín Viveros, responsable del cochinero en Oaxaca? Únicamente se limita a recibir órdenes, a cumplirlas y a leer un guión que le dan. Ni tiene capacidad ni tiene experiencia política para ordenar en el partido; mucho menos para organizar una elección como la del pasado sábado.

No, “no son lo mismo”. Salieron peores que los priistas y perredistas, y eso son los que pretenden seguir gobernando el país. Y esos son los que califican de antidemocrático al INE y por lo cual quieren desaparecerlo.

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