Inicio COLUMNA Quinto año: el declive de López Obrador y el fracaso de la 4T

Quinto año: el declive de López Obrador y el fracaso de la 4T

por Agencia Zona Roja

Ismael García M./Zona Roja.

Oaxaca de Juárez, Oax., a 12 de septiembre de 2022.- En menos de tres meses se cumplen ya cuatro años del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, y con ello inicia el declive de una administración que acumula en cascada múltiples señalamientos.

El 1 de diciembre iniciará el quinto año y el proceso de cierre del que será, o es desde ahora, uno de los sexenios más polémicos, por la fallida Cuarta Transformación y por decisiones impopulares e ineficaces, como el de trasladar a la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa y por prolongar el lapso en que los militares estén en las calles.

El mandato de López Obrador será recordado por olvidarse de sus anhelos de democracia y gobernar, así como por hacer política, al estilo del PRI; por culpar en todo el tiempo a los “conservadores” y a los gobiernos anteriores; por fracasar en materia de seguridad y por rendirse ante el crimen organizado, entre muchos otros saldos fallidos.

¿Y OAXACA?

Por extraño que parezca, Oaxaca es uno de los tres estados del país donde mayor popularidad tiene Andrés Manuel López Obrador. Por consecuencia, su partido, Morena, sigue con similar arrastre electoral, como quedó demostrado en la elección que ganó Salomón Jara Cruz.

Pero la única explicación es le entrega directa de dinero para adultos mayores, madres de familia, estudiantes, jóvenes, campesino, que años atrás también contaban con esa ayuda financiera, aunque en menores proporciones.

Sí, explotar la pobreza le ha servido a Andrés Manuel López Obrador para sus fines propagandísticos, más que de gobernabilidad.

En cambio, sus obras emblemáticas siguen con fuertes retrasos, como es el Corredor Transístimico, que el próximo año tiene prevista una diminución del 24.35 por ciento de presupuesto y aún faltarían al menos cinco años para concluir tanto la ampliación del puerto de Salina Cruz como la rehabilitación de la vía férrea hacia Veracruz; la oposición de varios pueblos, una de las causas.

Las supercarreteras a la Costa y el Istmo, es otra de las acciones que no muestran importantes avances. El gobernador Alejandro Murat quería entregar la vía rápida a Puerto Escondido antes de irse, pero apenas el domingo pasado constató que aún falta el 10 por ciento para concluirla y que persiste la resistencia de San Vicente Coatlán, zona donde están parados los trabajos desde hace muchos años.

La vía rápida al Istmo, que gestionó su padre José Murat, ni siquiera se ha anunciado ya una fecha de conclusión.

Quizá el único acierto en materia de obra pública es la construcción de caminos “artesanales”, pero nadie sabe cuántos se han concluido y a qué cabeceras municipales, como tampoco cuántas más se tiene previsto realizar.

Por lo demás, ni la pobreza ha disminuido ni hay satisfactorios sociales a un mayor número de personas. No hay obras de gran envergadura; no hay un apoyo extraordinario al campo (por el contrario se incrementaron las tarifas de la CFE para los productores agrícolas); no hay nuevas carreteras federales ni rehabilitaciones relevantes…

CRISIS SEXENAL

A nivel nacional, apenas la semana pasada, de acuerdo con el Informe sobre Desarrollo Humano 2021-22, de la ONU, México cayó 12 lugares en el mundo en el Índice de Desarrollo Humano.

Además, perdió en este gobierno, diez años de desarrollo; los mexicanos redujeron cuatro años su esperanza de vida y en -6.3% su ingreso per cápita.

Los datos son contundentes pero, como en el lenguaje del Presidente, eso es culpa de los “conservadores”, aunque la crisis sea de este sexenio.

El pasado 1 de septiembre, López Obrador leyó un documento sobre su cuarto informe de gobierno, que muchos catalogaron un resumen de sus conferencias matutinas cotidianas y nada sustancioso.

En cambio, envió a su secretario de Gobernación al Congreso de la Unión a entregar dicho informe, en lugar de acudir personalmente y dar un mensaje ante la representación popular.

Pero los saldos negativos son en todos lados y pese a su intensa propaganda: el crimen organizado día con día se extiende y utiliza cada vez más los métodos terroristas para defender y ampliar su presencia. El Ejército y la Marina, impávidos.

Este lunes, en su análisis, el articulista de “Reforma”, Sergio Sarmiento, desnuda la versión de un gobierno austero a republicano, a un gobierno burocrático, con excesivos gastos y desperdicio de dinero:

“El presidente López Obrador se enorgullece de haber pasado de la austeridad republicana a la pobreza franciscana. Pero es nada más en la palabra y en los gastos que no le gustan. La verdad es que no ha habido austeridad. El gasto ha aumentado y se elevará más el año que viene.

“En 2018, último año de Enrique Peña Nieto, el gasto neto pagado federal fue de 5 billones 447 mil millones de pesos. Para 2022 el Congreso le aprobó a AMLO 7 billones 48 mil millones de pesos. Para 2023 López Obrador está solicitando un gasto neto de 8 billones 257 mil millones de pesos, 11.6 por ciento real más que lo autorizado en 2022. 

“De aprobarse el presupuesto como está, y sabemos que al Presidente no le gusta que le cambien ni una coma, el gasto en 2023 será 52.6 por ciento mayor que el último de Peña Nieto”.

En la mayoría de los rubros, principalmente en el económico (como la inflación que superó de manera histórica el ocho por ciento), no hay más que retrocesos y saldos negativos, pese a que al Presidente no le guste reconocerlo y descalifique vez tras vez desde el púlpito mañanero a quienes señalan, con datos, los saldos negativos.

Por poner un ejemplo, entregar dinero a todos los mayores de 65 años puede ser una ayuda, pero no disminuye la pobreza. De acuerdo con México Evalúa, la Secretaría de Hacienda ha estimado que el 20% más pobre de la población recibe el 7.7% de los recursos del programa Pensiones Para el Bienestar de los Adultos Mayores. En cambio, el 20% más rico obtiene el 20.9% de tales recursos, según el recuento que hizo el periodista Raúl Trejo Delarbre.

El mandatario mexicano presume la construcción en medio sexenio de un aeropuerto internacional, que dice tuvo ahorros de 100 mil millones de pesos, pero no dice que la destrucción del proyecto anterior en Texcoco, de Peña Nieto, costó 330 mil millones de pesos.

El Tre Maya, un excesivo dispendio y una excesiva destrucción de áreas naturales; nuevas refinerías, un excesivo dispendio y pocas expectativas de producción.

Em materia de seguridad, el Presidente ha dicho que “durante los gobiernos neoliberales no se redujo el número de delitos del fuero federal en 30%… con Fox aumentó el número de homicidios en 1.6%, con Calderón casi 200%, con Peña Nieto 60%. Nosotros lo hemos disminuido en 10%”.

De nuevo las cifras dicen lo contrario, pues durante todo el sexenio de Felipe Calderón hubo 120 mil 400 homicidios dolosos. En el transcurso del gobierno de López Obrador, que lleva menos de cuatro años, han ocurrido más de 126 mil homicidios dolosos.

DESIGUALES

Cada vez que el Presidente de México quiere compararse con sus antecesores, saca la frase: “No somos iguales”.

Pero en los hechos hace exactamente lo mismo que hicieron los ex mandatarios priistas y panistas.

Cada vez que sus opositores develan cifras que contrastan con su gobierno, los descalifica y los exhibe a nivel nacional, incluyendo a los periodistas, quienes por cierto también registran un saldo rojo en este sexenio.

La culpa es de los «conservadores», no de López Obrador; la culpa es de los ricos y los empresarios, aún cuando sean sus principales aliados ahora; la culpa es de otros, no es del Presidente.

Como seguramente también será culpa de otros el que México cada día esté más militarizado, contrario a los postulados obradoristas. El Ejército cada vez más invade áreas civiles, como la de la construcción, pero nadie de la Cuarta Transformación se inmuta.

Un triunfo para el mandatario pero una derrota para la mayoría de la población, el que la Guardia Nacional dependa directamente de la Sedena y hasta el secretario será responsable de esa corporación.

Un triunfo para pocos el que se decida que los militares sigan en las calles hasta el 2028, un terror para muchos.

La corrupción fue de gobiernos anteriores, no en el sexenio actual, aunque un caso emblemático sea la dependencia Seguridad Alimentaria (Segalmex) y otras dependencias. Y la polarización del país avanza. Así no se puede lograr un país más democráticos y más próspero.

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