Yuridiana Sosa/Zona Roja.
Oaxaca de Juárez, Oax., 1 de agosto de 2022.- “¡Tenemos lugares y nos dejaron fuera! ¡No nos dejan pasar! ¡Que nos abran, que nos abran, que nos abran!”.
Los gritos, de cientos, en la segunda edición del Lunes del Cerro. Hombres y mujeres, familias enteras, con boleto en mano, no los dejaron pasar, pese a tener derecho.
Así cerraron las cuatro presentaciones de la Guelaguetza, que se reanudó en Oaxaca tras dos años de pandemia. Pero en prácticamente todas las ocasiones hubo múltiples irregularidades y quejas.
Las fiestas organizadas por el Gobierno del Estado, a través de las secretarías de Turismo y de Cultura, estuvieron marcadas por una serie de problemas de logística y protestas, varias de estas contra los casi 670 feminicidios durante la administración actual.
De principio a fin se presentaron eventos que rodearon la tensa calma se siempre se mantuvo; la desorganización fue visible desde la venta de boletos para las presentaciones de las delegaciones en el auditorio Guelaguetza -generaron inconformidad en oaxaqueños y turistas- hasta el acarreo de asistentes.
ACARREADOS Y REVENTA
Esta mañana, para evitar secciones vacías en el auditorio, como ocurrió durante el arranque de la primera presentación del primer Lunes del Cerro, el cual se llenó cerca del mediodía, en la octava se registró el acarreo de espectadores para las secciones gratuitas.
Fueron los propios funcionarios los encargados de llenar el auditorio con cupo para 12 mil asistentes sentados; antes de las 10:00 horas las zonas gratuitas estaban llenas esta vez, a diferencia de las secciones A y B -con pago de boletos- que no llenaban los espacios al filo de la hora de inicio.
Afuera siguió la reventa, como había ocurrido con anterioridad, pero ahora con más descaro al no haberse registrado antecedentes de acciones que lo impidieron.
Como si se tratara de una verdadera banda organizada, se registró que al menos un grupo de 10 personas enganchaba clientes afuera del auditorio para revender boletos, agotados desde las primeras horas de salir a la venta.
Más tarde, ante las denuncias en redes, elementos de la Agencia Estatal de Investigaciones y la Policía Estatal arribaron para cuestionar la actividad, sin que se reportaran detenciones a pesar que el secretario de Turismo, Juan Carlos Rivera Castellanos, dijo que habría acciones legales.
PROTESTAS
La segunda presentación matutina de la Guelaguetza también estuvo amenazada.
Desde primeras horas del día, campesinos e integrantes de diferentes organizaciones sociales se reunieron en inmediaciones de avenida Símbolos Patrios en advertencia de una movilización, con el amago principal de bloquear los accesos al auditorio “Guelaguetza” en el cerro del Fortín.
La alerta continuó, de forma más latente, ante la presencia de la saxofonista María Elena Ríos al exterior del complejo durante los primeros minutos de iniciada la función.
Su presencia incomodó a la parte oficial y movilizó con discreción a personal del gobierno estatal para vigilar sus acciones luego que durante el pasado lunes, en la edición vespertina de la Guelaguetza se manifestó con una manta con la frase: “Oaxaca feminicida”.
Con eso, la sobreviviente de una tentativa de feminicidio, atacada con ácido, expresó la injusticia en su caso ante miles de espectadores, presentes y de forma virtual.
Este lunes, María Elena señaló que el proceso de justicia más que depender de la Fiscalía General de Oaxaca se trata de un asunto de intereses y de protección al autor intelectual, Juan Antonio V. C., quien está detenido, pero sin sentencia. Pues aseguró que además de ser su amigo es su socio gasolinero.
Pero la saxofonista no sólo estuvo presente en la Guelaguetza para protestar, también tuvo una colaboración musical en el concierto de la cantante oaxaqueña Lila Down, organizado por el gobierno del estado, el pasado viernes.
Durante su participación, la mayoría aplaudió y celebró su actuación, así como respaldó su movimiento. Mientras que un reducido grupo de personas también abucheó su presencia, según el video que circuló en redes sociales.
TAMBIÉN EN CALENDA
Vestida con atuendo típico del Istmo de Tehuantepec, una mujer engañó al gobernador Alejandro Murat para fotografiarse con él durante el desfile de delegaciones el pasado sábado, mientras sostenía un cartel con la leyenda 666 feminicidios.
Con una cartulina “pantalla” al frente, con la frase “Oaxaca lo tiene todo”, la mujer llamó la atención del mandatario a su paso por las calles del Centro Histórico de Oaxaca; la foto solicitada fue otorgada, para de forma inmediata durante la pose dejar visible la cartulina de protesta sin que los trabajadores del gobierno del estado pudieran arrebatársela.
Casi de forma paralela a la calenda, mujeres de diversos colectivos desarrollaron una protesta en el atrio de Santo Domingo de Guzmán contra los feminicidios, la cual también llamó la atención de los visitantes a la capital.
Los actos ilegales de alteración al orden público durante las celebraciones tampoco faltaron y en eso también tuvo responsabilidad el gobierno municipal de Oaxaca de Juárez por otorgar de forma desmedida permisos para la venta de alcohol.
El fin de semana, tras la calenda, las calles del centro de la ciudad se convirtieron nuevamente en un ring; un zafarrancho terminó con personas lesionadas.
Además, también se difundió el engaño a la Secretaría de Turismo por parte de un grupo musical que ofrecerá un concierto en el Centro Cultural y de Convenciones de Oaxaca el 2 de agosto.
La “Sonora Dinamita”, oficial, dio a conocer que no se presentará en Oaxaca y que la imagen que se difunde sobre la actuación de un grupo con ese nombre se trata de una agrupación apócrifa.
“Se trata de una agrupación apócrifa que engañó al Gobierno del Estado, haciéndose pasar por la Sonora Dinamita con la finalidad de presentarse el 2 de agosto en este evento”, citó el grupo en un comunicado.
Y las dos primeras ediciones del Lunes del Cerro tampoco estuvieron exentas de múltiples irregularidades. La mañana del lunes 25 de julio, la Secretaría de Turismo tuvo complicaciones para llenar el auditorio, en los palcos C y D.
Por ello, envió a personal a regalar boletos, para que pudieran subir y llenar los espacios, lo cual ocurrió cerca del mediodía.
Y por la tarde de ese día fue que acudió la saxofonista María Elena a protestar con una manta contra los feminicidios, lo que derivó en un zafarrancho y al final la activista tuvo que abandonar el recinto escoltada por policías.
Criticado también el desdén oficial a la región Sierra Norte, que de manera inédita no estuvo representada en la Guelaguetza y por lo cual delegaciones de Villa Alta y San Melchor Betaza tuvieron que realizar su propia calenda, el pasado domingo último de julio.
