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Secretaría de Turismo y la Guelaguetza: negocios particulares e impunidad

por Agencia Zona Roja

Ismael García M./Zona Roja.

Oaxaca de Juárez, Oax., 18 de julio de 2022.- A una semana del primer Lunes del Cerro de la Guelaguetza, ni plan emergente ni operativo especial para prevenir contagios de Covid.

Y la corrupción e impunidad galopantes, no sólo en la reventa de boletos para los dos palcos principales, sino en el privilegio de las ganancias para unos cuantos comercios, principalmente hoteles y restaurantes que han surgido en este sexenio.

La semana pasada detallamos en este espacio que la quinta ola del coronavirus invade México y Oaxaca no puede ser la excepción. La noche de este domingo, los Servicios de Salud de Oaxaca reportaron que del 10 al 16 de julio, se registraron tres mil 475 contagios y 6 defunciones.

También la semana pasada, el secretario de Turismo de la entidad, Juan Carlos Rivera Castellanos -uno de los escasos funcionarios que cumplirá los seis años en el cargo-, aceptó sin rubor que hay excesiva reventa de boletos.

Pero no dijo si ya se han presentado las denuncias ni tampoco qué pasó con sus seis años anteriores durante las Guelaguetzas que le tocó organizar; mucho menos ha detallado el destino de millonarios recursos que se otorgan cada año a esta fiesta.

CORRUPCIÓN COTIDIANA

En entrevista colectiva en el marco del anuncio de una actividad turística, Rivera Castellanos aceptó que hay reventa de boletos, hasta en 47 mil pesos por cada uno, y que una de las responsables sería la compañía “Viagogo”.

Dijo que los boletos llegaron a costar entre siete mil 265 pesos y hasta 47 mil pesos, cuando el costo oficial eran para la sección A de mil 331 pesos y en la sección B de mil 52 pesos; los palcos C, D y E, son los gratuitos.

La preventa en Oaxaca fue el 15 de mayo y la venta oficial el 1 de junio, pero desde esas fechas, extrañamente los dos mil 648 boletos se agotaron en unas cuantas horas, pese a que cientos de personas hasta durmieron en la calle para conseguir uno.

Y todavía se atrevió a reconocer una ilegalidad: “Desde cualquier parte del mundo pueden subir los boletos a la plataforma digital y por eso se subastan y revenden, no solo están disponibles en Estados Unidos, están en una plataforma universal para comprar desde cualquier país”. 

Obvio que difícilmente rastreará quién o quiénes hicieron el meganegocio y mucho menos interpondrá las denuncias correspondientes -porque no es la parte afectada-, pese a que diga que se ha pedido que se indague el caso y se sancione.

Hay varios portales, entre ellos el oficial, presuntamente ligado a funcionarios del gobierno estatal, “Superboletos”, que ofrecieron los boletos con reventa.

Extenso sería hacer un recuento, pero no es la única ocasión en que ocurre la reventa de boletos para ver la Guelaguetza e incluso hasta en las narices de los funcionarios, en el acceso al auditorio, hay personas que los ofrecen, a costos exorbitantes por supuesto.

SIEMPRE LO MISMO

Cada año es lo mismo y no pasa nada. No se sabe si la Fiscalía General del Estado investiga, no se sabe si hay denuncias y mucho menos si la Secretaría de Turismo ha hecho lo conducente.

Cada año hay también cuantiosos recursos para financiar la Guelaguetza; por ejemplo, el año 2018 fueron alrededor de 40 millones de pesos, sin que se explicara por qué tan exagerada cantidad, mientras que en el 2019 fueron 21.7 millones de pesos, según detalló “El Universal Oaxaca” en esas fechas.

En otra nota informativa, de la reportera Ivonne Mateo, se informó que en el año 2019, el gobierno destinó nueve millones de pesos, sólo para publicidad de la Guelaguetza, beneficiando con licitación pública 0013-06-2019, a la empresa Moce Publicidad S. A. de C. V.

Y el trabajo únicamente consistía en en dar cobertura mínimo a 20 eventos de la máxima fiesta de los oaxaqueños y entregar 25 fotografías por evento o video memoria. Asimismo, el contrato incluyó el manejo de las cuentas sociales de Facebook, Twitter, Instagram y Youtube.

Cada año, el gobierno federal, vía la Secretaría de Cultura, y con aval del Legislativo federal, destina un presupuesto específicamente para la realización de la Guelaguetza, que ronda en un aproximado de 20 millones de pesos. Pero todo gasto se oculta.

En julio del 2021, en Poder Legislativo estatal analizó y aprobó un Punto de Acuerdo en que se exigía al gobierno aclarar qué hizo con dichas inversiones, al no haber fiesta ese año y el anterior.

En específico, según datos incluidos en la propuesta legislativa, el año 2018 fueron 20.6 millones de pesos y en 2019 sumaron 24.8 millones de pesos. En los años en que no hubo Guelaguetza, 2020, fueron 31.6 millones de pesos y en el 2021, 25.9 millones de pesos.

Aunado a ello, siempre con el mismo documento (https://docs64.congresooaxaca.gob.mx/gaceta/20210714a/28.pdf), hubo otras inversiones adicionales por ejemplo promoción turística “Vívelo 2020”, fueron 25 millones de pesos; “Televisa Oaxaca Vívelo 2020”, 25 millones de pesos; “campañas de posicionamiento”, 13 millones de pesos. Y sólo hablamos de un año.

Y claro, falta por detallar el presupuesto anual de la Secretaría de Turismo, que ha sido de un promedio de 500 millones de pesos, sin que se sepa en qué se destinó, pues promoción turística no la hubo y mucho menos para comunidades generadoras de atractivos turísticos.

LLAMADO A MISA

Más para reflectores mediáticos que con el interés de solucionar la problemática, pero sobre todo indagar, el Congreso del Estado de Oaxaca emitió el domingo un comunicado, en que pidió al gobierno “implemente acciones para evitar y sancionar la reventa de boletos para las cuatro funciones, del 25 de julio y 1 de agosto, de la Guelaguetza edición 2022”. 

También “que la Fiscalía investigue y sancione, a quienes incurran en la reventa del boletaje para la máxima fiesta de los oaxaqueños”.

Pero sólo fue un exhorto, limitado a un hecho, cuando lo que debería hacer el Legislativo es llamar a cuentas ya al titular de Turismo, Juan Carlos Rivera Castellanos, pero sobre todo, que explique cuánto dinero recibió cada año por las fiestas y en qué se han invertido.

Porque, ¿En dónde quedó el dinero de los años 2020 y 2021, en que no hubo Guelaguetza debido al Covid-19?

¿En qué se destinan las entradas que se logran por la venta de boletos? ¿Y los cobros que se hacen a los patrocinadores, como los cerveceros, por anunciarse en la Guelaguetza? Son preguntas que por muchos años se hacen y que nadie sabe las respuestas, pues las autoridades estatales las guardan bajo siete llaves.

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