Inicio COLUMNA ¿Pero quién no quiere una reforma electoral para México?

¿Pero quién no quiere una reforma electoral para México?

por Agencia Zona Roja

Ismael García M./Zona Roja.

Oaxaca de Juárez, Oax., 8 de mayo de 2022.- Hace dos semanas, el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, dio a conocer una propuesta de reforma electoral integral, que ha desatado polémicas.

Una de ellas, principalmente, por la presunta desaparición del Instituto Nacional Electoral, que en realidad se transformará y la elección de sus integrantes se “popularizará”.

En términos generales, deberíamos estar de acuerdo todos, o la mayoría, de los mexicanos, pues plantea, entre otros tópicos, la reducción de regidores, diputados locales y federales, así como senadores, además de la disminución y/o eliminación de prerrogativas a partidos políticos en tiempo en que no haya comicios.

Todos concuerdan que los representantes populares, al igual que los partidos políticos, son una carga onerosa para el erario y que ese dinero debiera ser aplicado para asuntos más útiles y esenciales.

También todos están de acuerdo que el excesivo número de concejales, legisladores y senadores, en nada, absolutamente en nada, ha redituado beneficios a los mexicanos.

CONTROVERTIDA REFORMA

Fue el pasado 28 de abril en que el mandatario mexicano hizo el anuncio del envío de su iniciativa, que fue detallada por su secretario de Gobernación, Adán Augusto López.

“Que dejemos atrás de una vez y para siempre, la historia de fraudes. Ese es nuestro propósito. (…) No hay la intención de que se imponga un partido único. Lo que queremos es que haya una auténtica democracia en el país, que se terminen con los fraudes electorales, que sea el pueblo el que elija libremente a sus representantes”, argumentó en ese entonces el Presidente.

Entre otras cosas, a partir de la reforma a la ley se creará el Instituto Nacional de Elecciones y Consultas (INEC) integrado por ciudadanos postulados por los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, los cuales elegirá el pueblo de México de manera directa en el primer domingo de agosto.

En sustitución del actual órgano electoral, este nuevo modelo proyecta una reducción de los consejeros del INE, que son 11 actualmente, a siete de manera directa.

Se plantea también la reducción de los organismos públicos electorales locales, así como de los tribunales electorales locales.

El Senado se quedaría con 96 representantes populares y la Cámara de Diputados federal con 300; es decir, se eliminarían los plurinominales.

En los congresos locales se establecería un rango de entre 15 y 45 diputados locales, dependiendo del número de población en cada entidad federativa.

En el caso de los ayuntamientos, se establecería un límite de hasta nueve regidores de forma proporcional a la población de cada municipio.
Asimismo, se eliminaría el financiamiento público ordinario de partidos políticos nacionales y locales; también habrá una reducción de los tiempos en materia electoral en radio y televisión.

Se propondrá que la participación ciudadana sea del 33 por ciento en la consulta de Revocación de Mandato para que sea vinculante.

Se creará una legislación única en materia electoral, es decir, la existencia de un solo instrumento normativo.

¿Y LOS RESULTADOS?

A nivel nacional, el INE ha resultado muy oneroso para la nación, sobre todo mantener a la burocracia de ese organismo, cuyo sueldo de los consejos ronda en los 200 mil pesos mensuales. 

Sí, es cierto, ha contribuido a consolidar la democracia en México y la organización de los comicios no ha tenido mayor reproche; pero se anquilosó y se burocratizó. Cuesta miles de millones de pesos al país, haya o no haya elecciones.

Con respecto a la forma en que se designaría a sus consejeros, pues indudablemente que es polémico, porque tampoco puede ser una decisión generalizada, a mano alzada o “lo que diga mi dedito”; el método se tendrá que discutir y perfeccionar a fondo.

¿Por qué mantenemos a zánganos de la política? En México como en las entidades, son un costo enorme para el erario. Si no, vea el caso de Oaxaca:

El presupuesto para el ejercicio 2022, está integrado por los programas de Prerrogativas de Partidos Políticos y Candidaturas Independientes, que representa el 42.58%; Presupuesto base, operación y funcionamiento, que representa el 8.87%; Proceso Electoral Ordinario 2021-2022, que representa el 46.54%; Proceso Electoral por Sistemas Normativos Indígenas, que representa el 2.01%; con un monto total de 658 millones 296 mil 420 pesos con 57 centavos.   

La distribución del presupuesto del monto total versa de la siguiente manera; 280 millones 300 mil 936 pesos con 23 centavos para el rubro de Prerrogativas de Partidos Políticos y Candidaturas Candidatos Independientes; 58 millones 408 mil 321 pesos con 92 centavos para el rubro de Base, operación y funcionamiento.  

En cuanto a programas estratégicos; 306 millones 351 mil 604 pesos con 52 centavos para el rubro correspondiente al Proceso Electoral Ordinario 2021-2022 y 13 millones 235 mil 557 pesos con 90 centavos para el Proceso Electoral por Sistemas Normativos Indígenas, de acuerdo con el IEEPCO.

¿De qué me sirve o le sirve mantener a burócratas políticos? ¿Quieren tener un partido político? Que les cueste mantenerlo, con las cuotas de sus miles de militantes que dicen tener.

En cuanto a la reducción de los organismos públicos locales electorales, es decir los institutos estatales, no estaría mal que el INE o el organismo que lo sustituya, asuma las funciones, pues en muchas ocasiones los trabajos y las funciones parecen duplicarse.

Con respecto a los tribunales electorales locales, definitivamente terminan siendo una opinión únicamente, porque la mayoría de los inconformes acuden a la Sala Xalapa y/o a la Sala Superior del Tribunal Federal, en consecuencia queda en muchas veces superado o desechado el acuerdo local.

También, ¿de qué ha servido a Oaxaca tanto regidor y tanto diputado local? En absolutamente nada más que en representar un gasto excesivo al estado; en el caso de los legisladores locales, reciben al año un promedio de 600 millones de pesos.

¿Se siente usted representado por su diputado o diputado? En la mayoría de los casos, ganan el proceso y nunca más vuelven a sus comunidades a las que pidieron el voto; ni se diga de los diputados plurinominales, que creen que el cargo le deben a su partido y no a la sociedad. 

¿Los senadores? Se han convertido en entes políticos codiciables pero para los mandatarios nacionales en turno, no para las entidades federativas. ¿Hace cuanto que no sabe de sus senadores oaxaqueños? Por cierto, ¿los conoce o sabe quiénes son?

¿QUÉ HACER?

Definitivamente México sí requiere una profunda reforma electoral, pero una que no sea a modo de la llamada Cuarta Transformación. 

Es inédita y sorpresiva, además de lamentable, la declaración de partidos políticos opositores al Presidente López, en el sentido de impedir esa reforma, sin siquiera analizarla y discutirla.

Justamente lo que requiere nuestro país es discusión sensata y análisis, no confrontaciones y agresiones estériles, de uno y de otro lado. Jamás saldrá el país adelante si se sigue dividiendo en buenos y en malos; en obradorista y contra obradoristas.

Definitivamente, los procesos electorales están burocratizados y requieren ser modernizados, tanto leyes como instituciones. Y ojalá así lo entiendan todos, opositores y gobiernistas.

Tambien le puede interesar: