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Fiestas navideñas: ¿irresponsabilidad? O necesidad económica

por Agencia Zona Roja

Ismael García M./Zona Roja.

Oaxaca de Juárez, Oax., 20 de diciembre de 2021.- O en Oaxaca ya pasó el Covid-19 y nadie cree que pueda llegar la variante “Ómicron” o es mucha la urgencia de aprovechar la temporada navideña para reactivar la economía del estado.

Es cierto que desde hace poco más de un mes, los casos del virus han descendido drásticamente; el promedio diario de casos positivos no ha rebasado los 40 y los decesos no han llegado a los 10, incluso ha habido días en que no se reportan defunciones.

Apenas este domingo, los Servicios de Salud de Oaxaca registraron un caso positivo y un deceso; en la última semana, por ejemplo, se acumularon 162 contagiados y 16 fallecidos; desde que inició la pandemia, a mediados de marzo de 2019, a la fecha, suman 83 mil 820 personas que han cursado la enfermedad y cinco mil 640 que han perdido la vida.

Sin embargo, eso no obsta para echar las campanas al vuelo y abrir, prácticamente, de par en par las puertas a todo tipo de actividades.

La semana pasada, por ejemplo, muy orondo el secretario de Turismo, Juan Carlos Rivera Castellanos, anunció la realización de la festividad de la Noche de Rábanos, versión que fue confirmada por el propio gobernador Alejandro Murat.

Tan presuroso fue el anuncio que ni siquiera le dio tiempo a los hortelanos sembrar a tiempo y lograr una cosecha adecuada, para presentar obras artesanales el próximo jueves 23 de diciembre.

En tanto la Secretaría General de Gobierno no ha iniciado negociaciones con los grupos inconformes, para retirarse de los pasillos sur y oriente del zócalo capitalino, a fin de dar paso a la colocación de los locales para exhibir las piezas a concursar.

Pero no solamente es eso; las terminales de autobuses, las calles, los centros comerciales y el transporte público, por dar unos ejemplos, repleto de gente. Turistas cuyo número paulatinamente aumenta en las calles de Oaxaca y que en su mayoría no porta cubreboca y mucho menos respeta la sana distancia.

LAS RESTRICCIONES

Sin discutir por ahora los saldos fatales a causa del virus, por la autoridad, estatal o federal no ha quedado en materia de prevención, pues han advertido de los riesgos de salir masivamente a las calles, pues la pandemia sigue activa.

El más reciente comunicado de los Servicios de Salud fue emitido el pasado 10 de noviembre, con motivo del denominado “Buen fin”, signado por la Dirección de Prevención y Promoción de la Salud.

Está dirigido a las autoridades de los 570 ayuntamientos –y sigue tan vigente hoy– y en ese documento advertía de un ligero incremento de casos, por lo cual les pedía reforzar las acciones para garantizar las medidas preventivas y evitar la concentración masiva de personas que faciliten el contagio del Covid-19.

Y destaca que quien no cumpla con esta instrucción, “como autoridad municipal podrá incurrir en responsabilidades, que podrán ser sancionadas por parte del Congreso del Estado de Oaxaca, en los términos que establece la Ley Orgánica Municipal y demás normatividad que resulten aplicables.

“Además, se podrá incurrir en la comisión de acciones probablemente delictuosas, como es la contemplada en el artículo 193, fracción I, del Código Penal de Oaxaca, que establece que se impondrá prisión de uno a seis años, al que intencionalmente propague cualquier otra enfermedad, sean cuales fueren los medios de que se valga”.

Y en su comunicado de este domingo 19 de diciembre, la misma institución estatal informó que “en esta temporada de celebraciones navideñas, es importante que las familias evalúen el nivel de riesgo al asistir o realizar alguna convivencia con personas de diferentes hogares en un espacio privado o público. Ya que está demostrado que la transmisión de Covid-19 se eleva en lugares donde la gente habla fuerte, grita o canta”.

NADA HALAGÜEÑO

En el orbe, el panorama sigue siendo negro. Hasta el fin de semana, a nivel mundial había 274 millones 163 mil 483 casos confirmados y cinco millones 349 mil 355 fallecidos, de acuerdo con la Universidad Johns Hopkins.

Mientras que en México, hasta el domingo 19 de diciembre, se registraron como cifras totales 3 millones 933 mil 386 contagios y 297 mil 858 muertes.

Tenemos a nivel mundial más de una docena de variantes del Covid y apenas el pasado fin de semana, la Organización Mundial de la Salud advirtió que en el caso de “Ómicron”, se extiende rápidamente ya a 89 países, en menos de un mes.

Mientras que los Países Bajos optaron por confinarse durante Navidad, otras naciones europeas han tenido que retomar sus restricciones, por tercera ocasión.

PRUNDENCIA O IMPRUDENCIA

Sin embargo, en México como en Oaxaca, pareciera que ninguna ola es más efectiva que el jolgorio… o que el desdén de las autoridades.

Es cierto, la pandemia devastó varios sectores de la economía; muchas personas perdieron el empleo; muchos negocios cerraron sus puertas; mucha gente no tuvo los ingresos suficientes para sostener un hogar, pese a lo que digan las cifras oficiales, que se han regodeado en que Oaxaca creció económicamente un promedio de cuatro por ciento, superior a la media nacional. Pero nada vale la pena para arriesgar la salud o la vida de las personas.

Entonces, ¿Quién será el responsable de que haya más enfermos y más fallecimientos por Covid una vez que pasen las fiestas navideñas o de fin de año? Pero, sobre todo, ¿se les aplicará la ley a quienes promovieron los actos masivos? O seguirán tan impunes como siempre.

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