Inicio COLUMNA El reparto de las despensas y el lucro proselitista en Oaxaca

El reparto de las despensas y el lucro proselitista en Oaxaca

por Agencia Zona Roja

Ismael García M./Zona Roja.

Oaxaca de Juárez, Oax., 7 de septiembre de 2020.- “La Cámara de Diputados autorizó más de 200 mil despensas para apoyos alimentarios, mismos considero deben darse de manera institucional, del DIF estatal al DIF municipal.

“En Ciudad Ixtepec, municipio bajo mi gobierno, no se ha dado de manera tal, violentando la institucionalidad de nuestro ayuntamiento, al ser los C.C. Luis Alfonso Martínez Ruiz y Antonio Cabrera Villalba, quienes de manera ilegal están llevando a cabo estas acciones, a la par de solicitar documentación como la credencial de elector, condicionando así la entrega, que por disposición federal corresponde a los ciudadanos”.

Esa fue la queja por escrito que hizo el edil ixtepecano, Rogelio Cheng, dirigido al gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat Hinojosa, a principio de junio pasado. En ese municipio, fueron pillados Luis Alfonso Martínez, director de la Comisión Estatal de la Vivienda, y Antonio Cabrera Villalba, funcionario de la Secretaría General de Gobierno.

El primero es originario de Ciudad Ixtepec y el segundo de Asunción Ixtaltepec y ambos buscan ser presidentes municipales de esos respectivos municipios istmeños… ambos estaban lucrando desde entonces con las despensas.

Y como esas, hay multitud de quejas del uso clientelar de las despensas, desde y a través del DIF estatal, que preside la señora Ivette Morán de Murat, y quien promueve también al director de la institución, Christian Holm, mediante múltiples actividades altruistas y, de nuevo, en las caravanas de gobierno que en breve reiniciarán visitas por todo el estado, ahora bajo el pretexto de la atención a la pandemia.

El uso electoral o proselitista de las despensas no es exclusivo del gobierno y en este mismo espacio, semanas atrás, señalamos lo que hizo el edil de Oaxaca de Juárez, el morenista Owsaldo García Jarquín, con esos apoyos.

Pero en el Gobierno del Estado toman mayor relevancia debido a que, efectivamente, ha lucrado, literalmente, con 200 mil despensas, que si cada una tuviera el valor de 100 pesos, representaría una erogación de al menos 20 millones de pesos.

Recurso del que a la fecha no se ha dado cuenta; nadie sabe si hubo licitación, a quién y a qué costo se compra cada despensa; cómo se han distribuido; quiénes son los beneficiarios.

Lo que es real –y lo hemos visto en múltiples ocasiones– es que esos productos alimenticios (de baja calidad comercial, por cierto), han ido a parar a manos de dirigentes de organizaciones sociales, para que se tranquilicen en sus exigencias, y éstos a su vez, en lugar de llevarlo a la gente más necesitada, lo han distribuido a su conveniencia, hasta a un grupo de comunicadores locales.

¿Cuándo dará el DIF o el Gobierno del Estado un informe pormenorizado de estas acciones? Nadie sabe.

Apenas el pasado miércoles 26 de agosto, el Congreso del Estado aprobó un Punto de Acuerdo para exhortar al gobernador Alejandro Murat Hinojosa a que explique de qué forma y a quiénes se está entregando las despensas durante la pandemia.

Pero además, en el proyecto formulado por la Comisión Permanente de Bienestar y Fomento Cooperativo, se pide también al titular del Poder Ejecutivo haga públicos los recursos destinados para la adquisición de dichos apoyos, cuya distribución advirtió el Congreso local, debe hacerse de forma transparente y honesta por lo que debe publicarse el padrón de beneficiarios y el calendario de la ministración.

“…que se realice de manera transparente y honesta la entrega de las despensas que señaló en plan de recuperación en coadyuvancia con las y los titulares del DIF municipal; atendiendo el principio de la máxima publicidad y rendición de cuenta, publique el padrón de beneficiarios y el calendario de la ministración por región y cantidad”, manifiesta la iniciativa aprobada.

La respuesta de la autoridad estatal ha sido el silencio.

De acuerdo con un reportaje publicado en la revista “Proceso” de esta semana, titulado “César Duarte heredó a Oaxaca el juego sucio de las despensas”, firmado por Virgilio Sánchez y Quinto Elemento Lab, “El propietario de la empresa Prometeo Proyectos Ejecutivos y sus socios, ligados a un grupo de legisladores priistas, pasaron a ser los proveedores de despensas favoritos del gobierno de César Duarte en Chihuahua, a hacer el mismo negocio en la administración de Alejandro Murat, en Oaxaca.

“Notorias anomalías tienen a ese núcleo en la mira de la autoridad hacendaria.

“La investigación hacia el exgobernador de Chihuahua César Duarte, amenaza con extenderse hasta el más joven de los gobernadores de la familia priista: Alejandro Murat.

“Prometeo Proyectos Ejecutivos, del empresario y simpatizante priista Jaime Galván Guerrero, se convirtió en 2013 y 2016 en el principal proveedor de leche y despensas del DIF de César Duarte…

“Durante esos años (de 2017 a 2019) Prometeo acaparó 71% del presupuesto que ejerció el DIF oaxaqueño, al venderle productos alimenticios para atender a la población vulnerable, revela una investigación”.

El reportaje es amplio y ahí se detallan los presuntos fraudes de Galván Guerrero, que vendió a Oaxaca artículos para despensa a sobreprecio.

Por lo que se ve, no hay el mínimo interés –como no lo ha habido en muchos temas– del gobernador de hacer caso al Congreso del Estado o a la sociedad oaxaqueña, para rendir cuentas claras tanto de los recursos presupuestales como del costo y distribución de las despensas. En Oaxaca, la corrupción sigue con las puertas abiertas de par en par.

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