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Educación y Covid-19: un año perdido en Oaxaca

por Agencia Zona Roja

Ismael García M./Zona Roja.

Oaxaca de Juárez, Oax., 3 de agosto de 2020.- La salud y la economía son los principales sectores con las mayores pérdidas a causa del Covid-19 no sólo en Oaxaca y en México, sino en todo el mundo.

Pero en México, y particularmente en Oaxaca, las afectaciones son más graves. Peor aún en el tema educativo.

La estocada: esta mañana la SEP anunció que no habrá inicio de clases presenciales el 24 de agosto sino de manera virtual y por televisión… sin tomar en cuenta que en nuestra entidad, cientos, quizá miles, de comunidades no tienen ni energía eléctrica, mucho menos internet.

Desde mediados de marzo, la pandemia comenzó a poner a prueba a la educación en todos sus niveles, pero primordialmente en el básico. Los docentes son virtuales, cuando se puede y como se puede, y los padres de familia son ahora los nuevos tutores.

En el caso de Oaxaca, el estudio a larga distancia o en línea no es un derecho garantizado para toda la población estudiantil.

El último trimestre del ciclo escolar recién concluido se calificó bajo menores lineamientos que pudieran comprobar el aprendizaje o aprobación de los estudiantes.

Las vías para hacer llegar el material escolar a los padres de familia de educación básica fueron diversos según los alcances tecnológicos de los que disponían, incluso Whatsapp.

Algunos docentes de forma oportuna comenzaron su trabajo desde la declaración de la contingencia a finales de marzo, mientras que otros casos, confiados en un retorno, olvidaron sus labores para concentrarse en el descanso.

SIN INTERNET

De acuerdo con datos de la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares, en 2018 el 65.8 por ciento de la población en México de seis años o más es usuaria de internet.

Pero en Oaxaca, apenas el 29.5 por ciento de los hogares disponen de conexión a internet, lo que posiciona a la entidad en la penúltima con peores condiciones en esta categoría, sólo por encima de Chiapas que registra el 24.6 por ciento.

Aunque, estas estadísticas también muestran que el 60 por ciento de los hogares en Oaxaca se conectan a Internet mediante un teléfono celular.

Con menos de dos meses de comenzar la “cuarentena”, el 15 de mayo Integrantes de la Unión de Maestros del Frente Popular Revolucionario (FRP) exigieron el cierre y acreditación del ciclo escolar 2019-2020.

El bloque de maestros rechazó el sistema de educación en línea como alternativa para concluir el ciclo y justificó como suficiente el tránsito del periodo escolar entre los meses de agosto a marzo, pues representaba las dos terceras parte del año escolar.

¿Y EL SNTE?

Sin embargo, el magisterio representado por la Sección 22 del SNTE no se posicionó a favor de esta opción.

Pero además, plegado totalmente al Gobierno del Estado, en absoluto ha protestado porque se ha abandonado a la niñez, literalmente, durante la pandemia.

¿En dónde están los heroicos maestros y maestras que caminaban kilómetros para llevar instrucción hasta los pueblos más apartados? ¿En dónde está la vocación por el servicio? Las nuevas generaciones de docentes no la conocen.

Esas nuevas generaciones llegaron por recomendación a un puesto de trabajo de la más vital importancia, incluso sin preparación académica. Esas nuevas generaciones que lo único que le interesa es tener garantizado un buen sueldo, prestaciones salariales exorbitantes, vacaciones estratosféricas, bonos y demás.

Esas nuevas generaciones que si están asignadas a un pueblo lejano, llega el martes y se retira el jueves.

Sí, la pandemia es la justificación para todos y para muchos; pero claro, no es una necesidad básica, como el de la vecina que debe salir todos los días a vender sus verduras o sus tortillas para sobrevivir.

Muy escasos y raros ejemplos de docentes que con las debidas precauciones han salido de casa para ir a ver cómo están sus alumnos, no sólo en materia educativa, sino en su salud. Muy pocos también que se han preocupado por dar seguimiento a los planes de estudio y acudir a casas donde no hay internet, ni siquiera energía eléctrica.

Han sido los padres de familia quienes tuvieron que asumir el rol para continuar con la educación académica de los menores de edad, aún bajo las dificultades que representó recibir o enviar el material a través de fotografías por medio de Whatsapp, generalmente, o por correo electrónico.

La nueva forma de cursar el ciclo representó gastos en la compra de datos para internet desde el uso del teléfono celular o contratación del servicio de internet. Gastos que serán fijos para el comienzo del ciclo escolar 2020-2021.

CREAN FAMA Y REPRUEBAN

Por ejemplo, el sistema de educación a distancia no resultó tan favorable para los estudiantes del Centro Regional de Educación Normal de Oaxaca (CRENO), a quienes la Unidad de Educación Normal y Formación de Docentes del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO) no reconoció el semestre.

La institución dio a conocer que la dirección del CRENO se ausentó de las reuniones virtuales que se llevaron a cabo en 11 ocasiones para dar seguimiento a los estudios de los futuros docentes, así como no entregó las evidencias del trabajo docente y estudiantil.

El anunció de la no validación del semestre febrero-julio para los alumnos del CRENO levantó la inconformidad de los estudiantes, quienes a través de manifestaciones exigieron pasar de curso escolar, pues ellos sí cumplieron.

Los estudiantes señalaron que a través de la plataforma de Whatsapp, a la que la mayor parte de los estudiantes tienen acceso, se coordinaron con los docentes para cursar prácticamente todo el semestre en línea.

¿Y EL IEEPO?

Al respecto, el Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca ha informado poco, sólo lo que conviene. Por ejemplo, ha estado atento a los decretos para la educación a distancia, pero no ha dicho un ápice de las formas de evaluación.

Ha firmado un convenio con la televisora local para las clases vía remota, hasta los hogares de los niños, pero no enlazó este esquema con los docentes.

Ha recomendado la utilización de las redes sociales, el correo electrónico, el internet, las plataformas virtuales, el Whatssap, pero en absoluto se ha preocupado por verificar si el alumno copia, si el alumno aprende, si la mamá o el papá hacen la tarea del niño o la niña.

Mucho menos ha informado cuántos hogares tienen y cuántos no, servicios digitales, pero sobre todo cómo le hace para aquellos a los que no ha alcanzado la tecnología.

Ha desdeñado, por ejemplo, utilizar esas herramientas con quienes sí tienen los recursos económicos para el internet y un buen televisor: la pandemia ha sido una ventana de oportunidades para la capacitación de docentes, pero ambas partes han optado por el descanso.

Inicia el ciclo escolar el próximo 24 de agosto, de nuevo a distancia, pero ¿bajo las mismas condiciones? Los únicos que seguirán perdiendo son los escolares de entidades de por sí rezagadas en materia educativa, como Oaxaca, Guerrero y Chiapas. Pero eso ni al gobierno federal importa.

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