Inicio Minuto a Minuto Y Guadalupe Citllali se salvó de morir; héroes policías la cachan al tirarse de puente

Y Guadalupe Citllali se salvó de morir; héroes policías la cachan al tirarse de puente

por Agencia Zona Roja

Evlin Aragón/Zona Roja.

Oaxaca de Juárez, Oax., 24 de abril de 2020.- Fue un jueves por la noche que estuvo a punto de enlutar un hogar, en medio de lo que ya de por sí es una tragedia en Oaxaca: el coronavirus.

Palabras suaves, dulces, cariñosas, tiernas, como de una madre a su pequeña, no fueron suficientes para que Guadalupe Citlalli desistiera de tirarse de un puente peatonal.

“Yo necesito que estés bien hija, ¿sale? Hey, despierta hija, despierta mi vida, despierta, despierta. Agárrate del de acá enfrente”, son los primeros intentos para evitar el suicidio de una joven que amenazaba con lanzarse al vacío, al poniente de la capital de Oaxaca.

El reloj marca las nueve de la noche con 25 minutos. La voz de una mujer policía, identificada como Elodia, es insistente. Aparenta calma, en medio de la angustia porque la jovencita en la flor de la vida, 21 años, se fuera a tirar.

Voz maternal que revelaba del compromiso de varios elementos policíacos, municipales y estatales, por salvaguardar la vida de una joven que aseguraba ya no querer vivir.

–¿Cómo te llamas? No me has dicho cómo te llamas.

–Guadalupe Citlalli

–Precioso nombre mi vida; mira, mírame. No lo hagas hija, ven. Ven mi amor, mírame a mí. Citlalli hija, mira, mírame a mi hija, por favor –las súplicas de la mujer uniformada.

–Te está hablando la oficial, ella tiene varias hijas –refuerza un elemento.

–Pero ella sí las quiere –es la respuesta de Guadalupe.

–Yo te pido que te controles ahorita, que respires muy muy fuerte, respira profundo, respira con la nariz y sácalo por la boca, eso…

Son los muchos intentos por tranquilizar a la joven que amenaza con lanzarse del puente, frente al Cobao de Pueblo Nuevo. Ella argumentaba una profunda carencia de amor por parte de su familia, razón por la que no le quedaba más que terminar con su vida para dejar de sufrir.

Los segundos pasan como eternas horas. La mujer policía no se da por vencida; al contrario, insiste una y otra vez en hacer entrar en razón a la joven. Incluso le advierte de los riesgos en caso de que su plan suicida falle y por el contrario se tenga que enfrentar a otro nivel de sufrimiento.

–Escúchame, de verdad yo necesito ayudarte, ¿sale? Estoy aquí para ayudarte, te voy a decir por qué corazón, porque si tú te avientas y no te mueres, vas a quedar mal.

“Imagínate, a veces nos quejamos de que no nos quieren nuestros papás, pero si tú te avientas y quedas viva, imagínate si quedas en una silla de ruedas o en estado vegetal”.

–Mucho mejor para mí.

–¿Y por qué si vas a sufrir el doble o el triple? ¿Quién te va a cuidar?

–Nadie.

Nada parece no convencer a la joven que entre lágrimas y sollozos refiere que nadie la va ayudar que nadie la quiere y que ya está decidida a poner fin a su vida.

Por lo que se prepara una vez para lanzarse del puente, y la situación sube en nivel de angustia.

–Citlalli, Citlalli! Hey, nena no te botes.

–¡Ya déjame!

–¡Te estoy hablando hija!

–¡Ya déjenme en paz! Ya no quiero a nadie.

La tensión crece y comienzan a pedir una cuerda o algún material que les permita a los elementos policiacos impedir que la joven se lance.

Las palabras no bastan para convencerla y dos policías municipales se abalanzan sobre ella en un intento por impedir que se tire.

Por un momento la sostienen, piden apoyo para no dejarla caer, segundos después cambian de parecer y la sueltan.

Abajo, ya se encontraba un grupo de elementos policiacos listos para cacharla, con una cobija que algún vecino prestó.

Nueve de la noche y 27 minutos. Guadalupe Citlalli toma la fatal decisión y se avienta.

–¡Nooooo!, el grito angustiante.

Abajo, una docena de policías lograron cacharla; la acción que resulta exitosa y rescatan heroicamente con vida a la joven.

–¿Sí la cacharon verdad?

–Sí

–¡Bendito Dios!

Son las últimas palabras que se logran escuchar de la y los elementos de la policía municipal de Oaxaca de Juárez y la Estatal de la Secretaría de Seguridad Pública, que sin importar la contingencia sanitaria por Covid-19, acudieron al reporte que vía redes sociales se hizo.

Guadalupe Citllali sobrevivió; la subieron a una patrulla, le llevaron atención psicológica. Ahora, a esperar que la joven originaria de la Villa de Etla cambie de decisión. Y que sus padres ahora sí la quieran, como ella reclama.

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